Reproduïm l’entrevista que ha realitzat el periodista Sergi Garcia per a Levante-EMV Safor, el 20-09-2012.

Portavoz del Bloc-Verds Compromís en el Ayuntamiento de Gandia. Hoy pone fin a 12 años como concejal formalizando su renuncia en el pleno municipal para dar paso a la que, a buen seguro, será la próxima candidata electoral del partido, Lorena Milvaques. En la entrevista hace balance de todos estos años.

Bueno, esto se acaba…

Se acaba una parte, la etapa de concejal, que nunca se sabe si alguna vez puede volver, pero ya no se acaba nada más. mi compromiso con el proyecto está ahí, y espero continuar siendo útil.

¿Le sabe mal haber eclipsado la dimisión de Esperanza Aguirre, la muerte de Santiago Carrillo, la carta del Rey?

Lo cierto es que se han producido muchos hechos importantes estos días, aunque de todos, el único que de alguna manera podría reseñar yo es la muerte de santiago carrillo, por lo que ha significado. La importancia de los otros dos casos, para mí, está más relativizada.

Pues no encuentro yo a Carrillo en el catálogo de prohombres del nacionalismo…

Es cierto, pero también lo es que desde el punto de vista ideológico es una persona que ha demostrado una gran firmeza y, de alguna manera, ha contribuido a la democratización del estado español.

¿Echará de menos esta experiencia en el ayuntamiento?

No lo sé. Intuyo que sí. Siempre que hay cambios hay un cierto miedo. Pero por un lado, volver a mi trabajo de funcionario en el ámbito de bibliotecas es también mi mundo y, por otro, no se produce una ruptura de ningún tipo. lo que estamos haciendo es algo absolutamente natural e imprescindible en política: propiciar la renovación.

¿Le hubiera gustado ser alcalde de Gandia?

Sí, pero no como una demanda vital, sino porque eso seguramente habría representado mucho también para el valencianismo de Gandia. He de decir, ahora que me voy, que nos lo han ofrecido varias veces, pero nosotros rechazamos porque no vale tener el poder a cualquier precio y porque no se daban las condiciones adecuadas.

¿De qué año me habla?

Hablo de varios años. Digamos que a lo largo de las dos pasadas legislaturas.

¿De qué se siente más orgulloso de todo lo que pudo hacer cuando tuvo responsabilidades de gobierno?

Igual parece ventajista o inmodestia, pero creo que contribuimos a cambiar el chip cuando pactamos con el partido socialista. Veníamos de unos años muy oscuros, y creo que devolvimos la alegría en la gestión, independientemente de que luego tuviéramos más o menos acierto. se hicieron muchas cosas sin empeñar la ciudad, sin aumentar la deuda de una forma tan espectacular como se hizo después.

¿Para cuándo estaba prevista esta dimisión que se ha acabado precipitando?

En el partido habíamos estado hablando que no debía pasar de la mitad de legislatura. Hay posibilidades muy fundamentadas de que Lorena [Milvaques] sea la cabeza de lista en 2015, y tiene el derecho de foguearse, darse a conocer desde esta vertiente más institucional.

¿En qué manos queda ahora el grupo municipal?

Magníficas. Es evidente que cada uno tenemos nuestras particularidades, pero yo me arriesgaría a decir que hay una cierta continuidad. La capacidad y valía que han demostrado Facund Puig y Lorena durante años hacen que la decisión se haya tomado con total tranquilidad.

Usted ha compartido corporación con tres alcaldes. ¿Cuál le ha decepcionado más?

Pepa Frau no tuvo demasiado tiempo para decepcionarme.

Porque ustedes le exigieron que dimitiera para poder pactar con el PSPV…

Sigue corriendo por ahí esa leyenda urbana, pero no es cierto. Es verdad que hicimos unas reflexiones en compañía de ella, varias reuniones personales en las que comentamos cómo veíamos la situación, y ella concluyó que probablemente su etapa como alcaldesa había acabado, porque entendía que eso podía ayudar a un acuerdo de gobierno entre el BLOC y el PSPV.

¿Y en cuanto a Orengo?

su primera legislatura en el cargo fue bien, extraordinariamente productiva para la ciudad. Después llegó la gran decepción, cuando, pese a que el acuerdo de gobierno con nosotros le fue magníficamente, porque pasó de 10 a 12 concejales, optó por pactar con la derecha de la ciudad, con el que había sido su máximo contrincante, Fernando Mut. Pero, aún más, la gran decepción fue ver cuál fue el trato que recibimos durante esos cuatro años que estuvimos en la oposición. Orengo se convirtió en un alcalde excesivamente autoritario y presidencialista.

¿Y Torró?

Ha tenido una grandísima habilidad para olvidarse de muchísimas cosas y ha ejercido de una manera muy perversa la mayoría absoluta.

¿Por qué rechazó el Bloc pactar con el PSPV y PdG en 2007?

Nosotros ya le argumentamos entonces a orengo que la ciudadanía no entendería de ninguna manera que entráramos a gobernar con quien nos habíamos estado peleando durante los cuatro años anteriores. Además, a nosotros nos gusta sentirnos necesarios en un gobierno, y pensábamos que ese pacto podía suponer un nido de conflictos posterior, ya que podía darse el caso de que nosotros no estuviéramos de acuerdo en algo y lo sacaran adelante pspv y pdG. Nosotros le ofrecimos a orengo reeditar el pacto de izquierdas y, en todo el caso, dejar pasar el tiempo para ver cuál era la evolución ideológica de plataforma. Pero la contestación fue que pdG era indispensable en ese gobierno y que además debía asumir parcelas muy concretas, como urbanismo y participación ciudadana, y que a partir de ahí, si queríamos entrar, que eligiéramos otras delegaciones.